22 febrero 2006

¡Viña es un festival, música junto al mar, lala lala lala la la...!

Comienza nuestro pobre carnaval de febrero, tradición que ya no es la misma que antes.

A las 10.00 de la noche, parte la versión 47 del Festival de Viña, nuestra versión humilde del carnaval. La farándula chilena se hace su agosto en febrero, las fans gritan por cualquier pelagato que se asome (sea algun artista que no se destaque por su voz o cualquier notero de matinal), las gaviotas vuelan (las de verdad y las de plata), algunas tradiciones se mantienen y otras lamentablemente se han perdido.

Tradiciones perdidas

Me acuerdo en mis años infantiles que todas las grandes radios (Minería, Chilena, Portales) iban y transmitían todo el día desde el Hotel O'Higgins, así uno tenía la alternativa de escuchar a sus locutores favoritos entrevistando a las estrellas que llegaban al festival. Ahora, ya ni las radios locales pueden estar en el hotel, porque es de dominio exclusivo del Canal 13. Otra de las tradiciones festivaleras eran los productos que lanzaba Costa para esta fecha, el más recordado son los chocolates Vizzio (déjame uno...). En esta fecha las grandes tiendas hacían ofertones de televisores, cuyas propagandas decían "cambie su tele y vea el Festival en colores" (¿ahora quién se va a endeudar para el festival?).

El humor, donde el monstruo afila sus dientes:

Algunos ya son leyenda, como los humoristas censurados: Hermógenes con Hache y sus chistes del "Soapiza con ukelele" el 84, o el gran Manolo González con su "He llegado hasta Tal Tal", la primera imitación al dictador. Otros humoristas rayaron en lo freak como Claudio Showman el 89, que subió a un burro meón al escenario. Aunque uno se acuerda de los fracasos de los cómicos y la lista es larga: Ronco Retes, Pescetti, Sergio Feito, Juan Verdaguer (y sus chistes sobre su suegra), Oscar Gangas, etc.


Personajes y momentos freak

Aquí hay harto material, pero solamente nombraré tres. El primer personaje de mi lista es la ex alcaldesa de Viña, María Eugenia Garrido. La todopoderosa soberana de la Quinta Vergara era la que decidía si un artista era digno de llevarse la Antorcha de Plata y que protagonizó el momento más recordado de la historia del Festival: en 1988 no quería darle la Gaviota al Puma Rodríguez, y éste no quería bajarse del escenario sin llevarse el plumífero de metal. Al final la alcaldesa le dió el premio y el cantante se mandó su frase célebre, en un momento histórico para un Chile ad portas del plebiscito del Si y del No: "A veces hay que escuchar la voz del pueblo".

El segundo personaje es Marta Sánchez, cuando cantaba en el grupo Olé-Olé, el monstruo le pide la colita (Así, así como mueve la colita, esa canción de Don Francisco) y ella se levanta la falda, mostrando su trasero (bonito, en todo caso).

El tercero de mi lista es Zalo Reyes, pero no por su show, sino por el programa que hizo durante un festival. Cuando en 1981, TVN trajo a Julio Iglesias al show, también le encargó un programa desde un yate. En respuesta, Teleonce (actual Chilevisión) hace el programa "El festival en Bote", donde incluso el representante italiano en la competencia, se cayó del bote y case se muere ahogado. Las declaraciones del cantante son notables "Ustedes me salvaron la vida...".
Para este año
No se ve una buena parrilla. Solamente se destacan Los Tigres del Norte (son la sensación de la música norteña), Chancho en Piedra (siempre son buenos), Coco Legrand (si es que tiene rutina nueva), Franz Ferdinand (capaz que emulen a The Police el 82, cuando después de Viña se ganaron todos los premiso Grammy) y Ruperto (si es que funciona el partner). Comida para el monstruo serán Carlos García (¿humorista?) y David de María (¿Canta?).
Mañana les comento la primera noche.

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